miércoles, 4 de octubre de 2017

¿Amas a Jehová?Una historia de amor

Un día temprano por la mañana, me levanté para observar la salida del Sol. ¡OH la belleza de la Creación de Jehová queda más allá de la descripción! Mientras observaba, alababa a Jehová por su bella obra. Mientras estaba sentado ahí, sentí la presencia de Jehová conmigo.
Entonces, él me preguntó, ‘¿Me amas?’ Yo contesté: ‘¡Por supuesto, Jehová! ¡Tú eres mi Dios!’ Entonces me preguntó ‘Si estuvieras físicamente incapacitado, ¿aún me amarías?’ Me quedé perplejo. Miré abajo, mis brazos, piernas y el resto de mi cuerpo y me pregunté cuántas cosas sería incapaz de hacer. Las cosas que hoy me parecen tan sencillas.
Y contesté, ‘Seria difícil, padre , pero aún así te amaría’ Entonces Jehová dijo, ‘Si estuvieras ciego, ¿amarías aún mi creación?’. ¡Cómo podría amar algo, siendo incapaz de verlo! Entonces pensé en todos mis hermanos ciegos en el mundo entero y cuántos de ellos aún así, aman a Dios y a su Creación. Así que contesté, ‘Es difícil pensarlo, pero aún así te amaría.’
Jehová entonces me preguntó, ‘Si fueses sordo, ¿oirías aún mi Palabra?’. ¿Cómo podría oír algo siendo sordo? Entonces comprendí que. Escuchar la Palabra de Dios no es meramente usar nuestros oídos, sino nuestros corazones. Contesté: ‘Sería difícil, pero aún oiría tu Palabra’.
Jehová entonces preguntó, Si estuvieses mudo, ¿alabarías aún mi nombre?. ¡Pero cómo puedo alabarte sin voz! Entonces comprendí que las estrellas, no hablan pero aún así alaban a su Creador con su imponente poder. Ya que cuando alabamos a Dios no lo hacemos siempre con un cántico, a veces, le damos alabanza con nuestras acciones.
Entonces contesté: Aunque no pudiera cantarte un cántico, alabaría aún tu Santo Nombre
Y Jehová preguntó, ¿En realidad me amas? Con valor y profunda convicción, le contesté resueltamente, ¡Sí Padre! ¡Te amo por que Tú eres mi Padre!
Pensé que había contestado correctamente, pero Jehová preguntó,¿Entonces por que me fallas? contesté : ¡Porque soy sólo un humano, y no soy perfecto! Entonces ¿Por qué solo en tiempos de angustia me oras incesantemente?¿Por qué en tiempos de paz te olvidas de mí?
No hubo respuestas. Sólo lágrimas. Jehová continuó, ¿Por qué solamente cantas en el Salón? ¿Por qué pides cosas tan egoístas? ¿Por qué pides sin tener fe? Me sentía acongojado. ¿Por qué te avergüenzas de mí? ¿Por qué no estas esparciendo las buenas nuevas? ¿Por qué pones pretextos cuando te doy la oportunidad de servir en mi nombre? Intenté contestar, pero no hubo respuesta que dar. Sólo un silencio.
Eres bendecido con la vida. No te hice para que desperdiciaras este regalo. Te he bendecido con talentos para servirme, pero continúas dándome la espalda. Te he revelado mi Palabra, pero no obtienes el conocimiento de ella. Te he hablado pero tus oídos estaban cerrados. Te he mostrado mis bendiciones, pero tus ojos nunca las vieron. He oído tus oraciones y las he contestado todas. ¿En verdad me amas? No podía contestar. ¿Cómo podría hacerlo? Estaba increíblemente avergonzado. No tuve excusa. ¿Qué podía decir a esto? Cuando mi corazón hubo llorado y las lágrimas habían fluido, dije ¡Por favor perdóname Jehová! ¡Soy indigno de ser tu hijo!
El Jehová contestó, No digas eso. Yo aun te amo Entonces le pregunté, ¿Por qué me amas tanto? Y Jehová contestó, Por que tú eres mi creación. Tú eres mi hijo
Nunca te abandonaré, ni te desampararé. Cuando llores, tendré compasión y lloraré contigo. Cuando estés gozoso, me alegraré contigo. Cuando estés deprimido, te animaré. Cuando caigas, te levantaré. Cuando te sientas cansado, te llevaré sobre mis hombros. Estaré contigo hasta el fin de los días, y te amaré por siempre. Nunca antes había llorado como en ese momento. ¡Cómo pude haber sido tan frío! ¡Cómo pude lastimar a Jehová con mis acciones!
¿Vemos a Jehová como un ser Real, un Dios que tiene sentimientos?
Salmos 78: 38 - 41 dice lo siguiente:
Cuán a menudo se rebelaban contra él en el desierto, lo hacían sentirse herido en el desierto árido. Y vez tras vez ponían a Dios a prueba, y causaban dolor aún al Santo de Israel.
Jehová tiene sentimientos, él se alegra cuando le obedecemos pero se pone triste cuando le fallamos. Por eso la próxima vez que estemos por ceder a la tentación, meditemos seriamente en como se sentirá Jehová por lo que hagamos.


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