lunes, 13 de julio de 2015


EN EL NUEVO MUNDO 

El nuevo orden había llegado, y cuatro amigos estaban andando por el paraíso. Fue entonces que vieron a David entonando un cántico y tocando el arpa. Fueron a su encuentro y empezaron a conversar con David en cuanto a lo que habían hecho durante su vida imperfecta. Entonces David les preguntó a que se habían dedicado ellos.
El primero dijo que había sido arquitecto. David preguntó qué exactamente hacía un arquitecto, a lo que el joven le contestó: "Construía monumentos y edificios para grandes empresas." David dijo, "Muy interesante... ¿y donde están esas construcciones?" El joven contestó que todas sus obras habían sido destruidas en Armagedón.
El segundo joven dijo que fue médico. Obviamente, David sabía lo que un médico es. Sin embargo, el joven puntualizó que era especialista en cardiología: por lo que él hacía, podía saber de las dolencias del corazón. Una vez dada la explicación, David preguntó también qué había sido de sus pacientes que había salvado. El joven respondió que esas personas habían muerto en Armagedón.
El tercero relató que era abogado y le explicó a David que defendía a las personas de acusaciones falsas para que, a fin de cuentas, no fueran víctimas de la injusticia. David nuevamente preguntó por el paradero de los clientes del joven. "Todos perdieron la vida en Armagedón," dijo.
Entonces, por fin, David se dirigió al cuarto joven que se había mantenido callado por no haber tenido una carrera prestigiosa. Cuando él le preguntó que hacía, el joven contestó que había sido precursor regular de tiempo completo. David le preguntó con curiosidad que era eso.
El joven explicó que trabajaba constantemente por los intereses del Reino de Dios, anunciando las buenas nuevas a la gente. David entonces le preguntó dónde estaban las personas a las que él había dado el testimonio. El joven respondió, sonriente, que aquellos primeros tres jóvenes que estaban ahí habían sido estudiantes suyos, y que, al relacionarse con la congregación cristiana y dejarse guiar por la enseñanza de la Biblia, Jehová los había considerado para sobrevivir al Armagedón y vivir en el paraíso.
No hay tiempo que perder esforzándonos en lo que ofrece este sistema que está por morir. No se equivoque acumulando un buen currículum vitae en este mundo. Más bien, tenga la mente y el corazón enfocados en hacer la voluntad de Jehová. Solo haciendo eso seremos personas felices.
Y usted... cuando llegue al nuevo mundo de Jehová y le pregunten a qué se dedicaba, ¿cuál será su respuesta?
(Mateo 6:19,20) Dejen de acumular para sí tesoros sobre la tierra, donde la polilla y el moho consumen, y donde ladrones entran por fuerza y hurtan,  Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni polilla ni moho consumen, y donde ladrones no entran por fuerza y hurtan.


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